El lugar de trabajo se considera un contexto especial para el fomento de la salud, la buena salud de las personas beneficia tanto a la empresa como a los trabajadores.
La hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Aproximadamente el 60% de nuestro peso es agua y ésta se considera ya como un elemento esencial para la mayoría de los procesos fisiológicos, desde la digestión hasta la absorción, pasando por la eliminación de desechos y toxinas y también para la estructura y función del aparato circulatorio. El agua que ingerimos ha de garantizar una correcta hidratación en cualquier actividad o circunstancia de nuestra vida, como elemento clave para el mantenimiento de un buen estado de salud.
Es muy importante mantener una hidratación adecuada y constante a lo largo de toda la jornada laboral ya que la pérdida de agua en nuestro organismo se produce de forma constante y generalmente, si estamos inmersos en nuestro trabajo, solo bebemos de forma intermitente o muy esporádica.